Cantando al Señor con SALMOS

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Sabemos que el Señor no da sugerencias en su palabra, sino mandamientos. Y su mandamiento es VIDA para nosotros. Pero cuando el Señor repite un mandamiento dos veces es algo que debemos apresurarnos a cumplir. Y eso es lo que nos deja ver el mensaje que el Apóstol Pablo le escribe a dos iglesias:

Efe 5:19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones

Col 3:16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

El mandamiento aquí es cantar y alabar al Señor. De este pasaje de Efesios podemos confirmar que no es lo mismo «cantar» que «alabar». De igual manera vemos que existe una diferencia entre cantar SALMOS, HIMNOS Y CÁNTICOS ESPIRITUALES. En esta oportunidad hablaré de LOS SALMOS.

El libro de los salmos es comúnmente conocido como el «Himnario del pueblo judío». Muchos de los salmos los escribió el rey David, pero no todos. Podemos encontrar en los salmos profecía pura, pues muchas de las cosas que están escritas allí, sucedieron a nuestro Señor mientras Él estaba en la tierra. No es de extrañar que a David se le llame profeta en Hechos 2:29-30. Y muchos de los músicos y directores que el rey David utilizó para la ministración de la alabanza también lo fueron.

Pero algo que no encontramos en el libro de los salmos a pesar de ser un libro con alabanzas a Dios, son acordes, armonías, compases, ritmos. Y por esa razón no sabemos como sonaban originalmente. Pero aún así el Apóstol Pablo le dice a la iglesia que debe cantar «salmos» al Señor. Pero por lo mencionado anteriormente y agregando que las iglesias a quienes fue dada primeramente esta instrucción no eran «judías», puedo concluir que el Apóstol no se refería a cantar los «salmos judíos», sino más bien a convertirnos en «salmistas» a la manera de David y otros más que también aparecen en las Escrituras.

Lo que sí podemos encontrar son «PRINCIPIOS» para poder salmear al Señor. Y si seguimos esta línea de revelación podremos ver que los muchos cantos que hoy en día suenan no sólo en radios cristianas sino en muchas congregaciones con sus multiformes ritmos están muy lejos de lo que bíblicamente Dios ha establecido.

Existen 5 palabras en los salmos que nos dan una orientación al respecto de como poder entonar SALMOS al Señor:

  1. MIZMÓR = Un poema al que se le ha puesto música. Es traducido como Salmo. Es aquel salmo que nace como producto de haber pasado un momento de dificultad, de adversidad, pero vimos como el Señor usó esa situación para nuestro beneficio. Pues todo ayuda para bien a los que amamos al Señor. Es una canción de gratitud y que nace de una experiencia personal con Dios. SALMO 3-6…
  2. SHIGGAYÓN = Canción de lamentación. Traducido según versiones como Sigaión o Sigionot. Es un salmo que nace en medio de la calumnia o murmuración en contra nuestra. Y en lugar de defendernos, exponemos nuestra causa delante del Señor a través de un canto. SALMO 7
  3. MIKTÁM = Grabado o inscripción sobre una tableta. Es un salmo que declara un milagro, una maravilla que el Señor ha hecho en nuestra vida y que debe ser recordada como algo incomparable. SALMO 16; 56-60
  4. TEFILÁ = Intercesión, súplica, himno. Es una oración transformada en canción. SALMO 17, 86,90…
  5. MASKÍL = Instrucción o Proclama. Es una canción donde declaramos y proclamamos lo que el Señor hará a favor nuestro a pesar de cualquier circunstancia adversa. Es una canción de fe, de victoria en medio de cualquier adversidad. SALMO 52, 89…

Sólo menciono algunos ejemplos de salmos donde aparecen estas 5 palabras, pero están en todo el libro. Que estas 5 palabras nos sirvan como una base para poder entonar salmos al Señor.

Pr Will

 

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